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NO RECHACES NI OLVIDES SU PALABRA

TEXTO: Hebreos 12: 25

“Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos”.


Este año lo iniciamos con un ayuno que llamamos “Quebrantando nuestra alma para amar su Palabra”, fue un tiempo muy especial donde fuimos ministrados y enseñados por el Señor acerca de la importancia de su Palabra, pero no podemos dejar todo allí, debemos entender que no solo se trata de un programa al inicio del año o una actividad más, sino que debemos anhelar amar su Palabra y cada día estar atentos a lo que Dios nos dice por medio de ella, y debemos reconocer que muchas veces olvidamos la Palabra de Dios o la ignoramos y esto trae consecuencias sobre nuestras vidas, pues es la Palabra de Dios la que nos orienta correctamente y nos permite ver en medio de este mundo tan difícil en el que nos encontramos, pero si la dejamos de lado tendremos que enfrentar situaciones muy difíciles sobre nuestras vidas.


En las próximas semanas estaremos viendo los siguientes puntos:

- Una exhortación muy necesaria y bien fundamentada

- Maneras en que rechazamos o desechamos la Palabra

- Consecuencias por dejar de lado la Palabra de Dios

- Resultado por atender y guardar la Palabra de Dios



UNA EXHORTACIÓN MUY NECESARIA Y BIEN FUNDAMENTADA


El autor de Hebreos nos advierte de no desechar al que habla, es bien interesante esto, pues debemos considerar varias cosas:

- Quién es el que habla según el autor de Hebreos? Según el versículo 25b es el que amonesta desde los cielos, es decir Dios mismo, por lo tanto la Palabra que escuchamos o que tenemos no es de cualquier persona o mortal, sino del mismo Dios que hizo todas las cosas, de quien proviene toda sabiduría y conocimiento y en quien tenemos toda bendición, del Dios inmutable que no cambia y además que es Fiel y Verdadero, por lo tanto su palabra veraz.

- Además de esto es la Palabra más útil: en medio de tantas corrientes e ideologías que buscan llegar al conocimiento y tener la razón de todo, nosotros el pueblo de Dios tenemos en su palabra el tesoro más valioso y útil (2 Timoteo 3: 16-17), es poderosa (Hebreos 4:12), provee seguridad y bendición (Deuteronomio 6:1-3).


El autor de Hebreos manifiesta su deseo que no rechacemos al que habla, Dios se ha revelado por medio de Jesucristo, quien es el Verbo, es decir la palabra y que hoy nos ha sido manifestado, pero que muchas veces rechazamos o dejamos de lado (Jeremías 11:1-8). Que este sea el tiempo para amar la palabra de Dios y no desecharla, sino abrazarla y hacer de ella nuestro estilo de vida.


MANERAS EN QUE RECHAZAMOS O DESECHAMOS LA PALABRA


Hay algunas actitudes en las que el cristiano muchas veces cae y de esta manera desecha al que habla como lo dice Hebreos.


- Teniendo una actitud despectiva frente a la palabra: muchas personas suelen apartar su oído de la palabra de Dios por que están más aferrados a las cosas de este mundo y no quieren salir de sus equivocaciones, saben que Dios les demanda obediencia, pero tienen comezón de oído y apartan su oído de la palabra de Dios

(2 Timoteo 4: 1-4)

- Alejándonos de la iglesia, la célula o grupos de oración: uno de los síntomas más fuertes que muestran cuando una persona está rechazando a Dios es dejando de congregarse, las dificultades pueden hacer que esto pase, pero eso demuestra a quien se está siguiendo, la Biblia habla acerca de no dejar de congregarse (Hebreos 10:25)

- Descuidando nuestro tiempo de lectura de la palabra (Josué 1:8) (Juan 5:39)

- No creer: el no creer es la consecuencia de no conocer, no podemos creer en alguien que no conocemos, solo nos produce inseguridad, pero cuando conocemos podemos tener seguridad y confianza, podemos obrar con libertad (la fe viene por el oír) es una comunión con Dios, pasar tiempo en la palabra, esto trae como consecuencia que Dios obre poderosamente (Juan 11:40)


CONSECUENCIAS POR DEJAR DE LADO LA PALABRA DE DIOS


Sin duda el deseo de Dios es bendecir a su pueblo constantemente, por lo tanto Dios siempre ha hablado a sus hijos y ha querido guiarles en todo su camino por medio de su palabra manifestada a través de la historia y por medio de profetas y de su Hijo Jesucristo como lo dice Hebreos 1: 1-3; pero la constante ha sido un pueblo que ignora, rechaza y olvida sus palabras trayendo como consecuencia dolor y sufrimiento, miremos lo que dice el profeta Jeremías en el capitulo 11:1-13

- Dios exhorta a la obediencia vs 1-4a; 6

- Promesa de Dios por la obediencia: vs 4b-5

- Actitud del pueblo: vs 8-10

- Consecuencias por no oír y obedecer la palabra: vs 11-13


Podemos ver entonces las consecuencias por desechar a Dios y su palabra, aun mucho mas podemos encontrar en las Escrituras acerca de lo que viene para aquellos que no escuchan y obedecen la palabra de Dios

Hebreos 3: 7-11 “Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones, Como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto, Donde me tentaron vuestros padres; me probaron, Y vieron mis obras cuarenta años A causa de lo cual me disgusté contra esa generación, Y dije: Siempre andan vagando en su corazón, Y no han conocido mis caminos. Por tanto, juré en mi ira: No entrarán en mi reposo”.


RESULTADO POR ATENDER Y GUARDAR LA PALABRA DE DIOS


Así como hay consecuencias trágicas para aquellos que rechazan a Dios y su palabra, también vienen bendiciones para aquellos que atienden su palabra, que ponen empeño en lo que Dios dice, que se esmeran por entender y obedecer la palabra de Dios (Salmo 81:11-16)

El texto nos deja ver la expresión de dolor por parte de Dios por un pueblo que desechó su voz vs 11 “Pero mi pueblo no oyó mi voz, E Israel no me quiso a mí”. Y luego menciona que por esto los dejó que caminaran en sus propios consejos, en su dureza de corazón, y esto es lo que le sucede a muchos que caminan según su propia opinión y no tienen en cuenta a Dios y su palabra tomando caminos equivocados (Proverbios 14:12 hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte)


Pero cuando nosotros atendemos la palabra de Dios y le damos lugar en nuestra vida entonces el resultado es la bendición y el respaldo de Dios.

Salmo 81: 13-16 “¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo, Si en mis caminos hubiera andado Israel! En un momento habría yo derribado a sus enemigos, Y vuelto mi mano contra sus adversarios. Los que aborrecen a Jehová se le habrían sometido, y el tiempo de ellos sería para siempre. Les sustentaría Dios con lo mejor del trigo, Y con miel de la peña les saciaría.”


Tomemos la determinación de amar la palabra de Dios y de vivirla, no solo este año sino todos los días de nuestra vida y que sea su palabra la que marque la pauta en todo lo que hacemos.

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