
En esta editorial estaremos desarrollando el tema de la Biblia como la palabra inspirada, infalible e inmutable de Dios y la utilidad de esta para formar al ser humano con el fin de que el hombre y la mujer de Dios estén completamente preparados para toda buena obra. “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” (2 Timoteo 3:16). Cuando hablamos de Toda la Escritura debe darse por entendido que en su totalidad, es decir, sus 66 libr
os desde Génesis hasta Apocalipsis, son la palabra inspirada de Dios y no puede ser desechada porque es útil para nuestra vida. El Salmo 119:160 dice: “la suma de tu palabra es verdad”, eso indica que la totalidad de ella es veraz. Por otro lado cuando la misma palabra declara que es inspirada por Dios, quiere decir que procede del aliento o soplo de Dios y que no es una invención humana, o como muchos dicen: “el papel puede con lo que le pongan”, despreciando e ignorando la palabra y su fuente u origen que es Dios. La profecía o palabra de Dios no llegó a nosotros por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios fueron guiados e impulsados por el Espíritu Santo, no actuando en conformidad con sus propias voluntades, ni expresando sus propios pensamientos, sino siguiendo la mente de Dios en palabras dadas y ministradas por él (2 Pedro 1:21). Nosotros como el pueblo de Dios tenemos el privilegio de tener su palabra escrita, la cual es totalmente confiable y segura, por eso como cristianos, en todos los ámbitos de la vida debemos vivir de una manera singular, es decir, consecuente a Dios y su palabra.
La palabra es “útil” para enseñar (útil =”ofelimos” su significado es: servicial, ventajoso, beneficio, aprovechar). La enseñanza de la escritura es una responsabilidad que debemos asumir en cada área de nuestras vidas, porque ante DIOS somos responsables de enseñar su doctrina. Romanos 10:17 nos declara que la fe viene por oír la palabra. El padre de familia está llamado a ser el sacerdote del Señor en su hogar, como maestro trasmite la enseñanza, instruyendo con responsabilidad a los que DIOS ha colocado a su cargo. ¿Cómo transmitir el mensaje a nuestra familia y a la iglesia? 2 Timoteo 1:5 nos muestra cómo la abuela de Timoteo fue diligente al enseñar a su hija y nieto Timoteo sobre la fe (“pistis en griego: persuasión credibilidad, convicción) y también cómo modeló con su conducta. Pablo también enseñó a Timoteo (su hijo espiritual), mostrándonos la veracidad de enseñar la palabra de DIOS 2 Timoteo 2:2. Él es un vivo ejemplo de cómo se trasmite y enseña y discípula como un padre espiritual responsable. Así mismo, Pablo le encargó a Timoteo la enseñanza de la palabra, para que fuera trasmitida a hombres idóneos que a su vez enseñaran a otros. En este tiempo nosotros somos responsables de la enseñanza del evangelio, el SEÑOR nos encargó trasmitir a todos su palabra, que es útil para pacificar, conciliar y traer descanso al alma.